20 agosto 2009

No lo sé

El Emperador, que era un budista devoto, invitó a un gran maestro de Zen
al palacio para hacerle preguntas acerca del Budismo.

“¿Cuál es la verdad más alta de la santa doctrina budista?”, preguntó el Emperador.

“El inmenso vacío... y ni una huella de santidad”, contestó el maestro.

“Si no hay santidad”, dijo el emperador, “entonces ¿quién o qué es usted?”.

“No lo sé”, contestó el maestro.














2 comentarios:

  1. Me complacen sus textos que aquí expone.
    Sabios.
    Gracias.

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  2. gracias por comentar. hace tiempo cuando traducía estos cuentos, me sentía muy conmovido con la mayoría, y ahora que los estoy traspasando revivo el gusto de leerlos.

    saludos.

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